sábado, 14 de noviembre de 2009

- Reflexión y aprendizaje.


El último requisito que es importante lograr para un buen trabajo en equipo es el desarrollo de la disposición a colaborar y a intercambiar conocimientos y destrezas. Esto implica contar con tiempo necesario para que cada integrante pueda mostrar a los otros lo que sabe y esté dispuesto a entregar los conocimientos que posee para que los demás también lo aprendan. El aprendizaje colaborativo se caracteriza por la interdependencia positiva entre las personas participantes en un equipo, quienes son responsables tanto de su propio aprendizaje como del aprendizaje del equipo en general. Sus miembros se necesitan unos a otros y cada integrante aprende de los demás compañeros con los que interactúa día a día.
También es necesario que a medida que los equipos trabajen para alcanzar sus metas, se evalúen constantemente para que sepan como les va y qué es lo que pueden mejorar. Este espíritu de mente abierta y reflexión crea un clima grato en el equipo, ya que les permite ir perfeccionándose y mejorando su trabajo en pro de las metas y objetivos.
Tener en cuenta estos elementos puede ser de gran utilidad para la realización de las tareas y funciones, y por supuesto promover un verdadero trabajo en equipo donde "el todo sea mucho
más que la suma de las partes".

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